El club cambiaría de campo recién cinco años más tarde, por lo que se presume que Independiente siguió jugando en Crucecita. El mismo estaba construido en madera y tablones, lo que facilitó el fuego y su facilidad de expancion por toda la zona. Esta fue la única ocasión que Independiente le ganó a un equipo de Maradona luego de que el Diez ganara la Copa del Mundo con Argentina.