En el caso del club que preside Florentino Pérez, a la pérdida de un icono (o de dos, contando a Bale) se ha unido la llegada de la pandemia del Covid-19. A este precio de salida hay que sumar un 10%-12% que las marcas pagan a los clubes en concepto de ‘royalties’ (y que éstas repercuten en el consumidor antes de la llegada del producto a las tiendas). Sin embargo, un exdirectivo que ejerció altas responsabilidades en el club de Concha Espina comenta que “más bien son diez euros”. A los poco menos de diez de coste de fabricación y distribución hay que sumar lo que se conoce como “el margen del spónsor técnico”, es decir, el dinero que paga Nike, Adidas, Puma o cualquier otra marca para aparecer en la camiseta del equipo. Llega el gran partido del fútbol español y, al menos sobre el papel, el más descafeinado de los últimos años. Ese momento mágico que solo una película de Navidad puede darnos ha quedado inmortalizado en una camiseta básica de la firma sueca que puedes tener por mucho menos de lo que crees.
Ligeras diferencias para que los falsificadores se equivoquen y tengan que tirar el estraperlo chino, ganar un poco de tiempo. Hasta hace poco tiempo, la venta de camisetas era un argumento financiero habitual en los clubes para justificar grandes fichajes (basta con recordar, por ejemplo, las informaciones sobre que el Real Madrid recuperó el dinero del fichaje de David Beckham en 2003 en las tiendas). Han trascendido del universo de la pasión futbolera hasta convertirse en artículos por derecho del mundo de la moda y del streetwear”, explica a S Moda Neal Heard, uno de los mayores expertos en la materia y autor del libro The Football Shirts Book: The Connoisseurs Guide. “Hay veces que ni siquiera los empleados ven los diseños de la camiseta nueva hasta que entra en fábrica”, dice un exdirectivo de una conocida marca alemana. El Barça condecoró tres veces al Caudillo, y Gabriel Rufián es hincha del Espanyol, algo que para el CIS, cuando se le ocurre preguntar por esas cuestiones, es una rareza entre los votantes de ERC. Es David contra Goliat, es la demostración de que la ilusión unida a la disciplina y al esfuerzo a veces funciona.
Brasil tiene muy buen equipo, pero como todos tienen falencias y eso es lo que tendremos que aprovechar nosotros para poder ganar. Y el poder no aprecia a los descamisados. Raimundo Saporta lo expresó bien cuando afirmó que el Madrid no era el equipo del régimen, sino el del poder. El fútbol-negocio moderno ha borrado el alma popular de este deporte, pero en el inevitable imaginario sociocultural que destila el fútbol, su antagonismo con el Madrid siempre le conferirá al Atlético carácter de ‘underdog’, de maldito. A pesar del carácter icónico del futbolista portugués, este cambio no puede atribuirse en exclusiva a su traspaso. Ahí está su colaboración en el pasado con el Rayo (razón por la que los vallecanos llevan una franja roja en su camiseta), o la manera en que ayudó al Moscardó de Usera o al Carabanchel, barrios de marcado carácter popular. Los pantalones tejanos están indisociablemente ligados a la etiqueta roja. Cabe recordar que el Museo del Real Madrid, situado en el Bernabéu, es el segundo más visitado de la capital de España (por detrás del Museo del Prado). Pero en España no encuentro equipos que representen a las clases populares frente a otros que lo hagan con las más acomodadas”.
El último ingreso de los equipos está relacionado directamente con este pacto. A los 30 minutos, Reinaldo Rueda cambió el sistema con el ingreso de Luis Fernando Muriel por Jefferson Lerma, esto brindó un poco de mejor juego, pero no fue suficiente para descontar. La pérdida potencial de 137 millones corresponde a 77 millones en ingresos comerciales, 17 millones por los ingresos del día del partido y resultados en el terreno de juego, y 43 millones en ventas de camisetas y otros objetos que dejaría de ingresar el club. De cualquier forma, los clubes cobran un porcentaje diferente según donde se venda la camiseta (la ganancia es superior en tiendas oficiales, por ejemplo, que en centros comerciales o tiendas mayoristas españolas, y lógicamente menor en ventas realizadas en el extranjero). Tal y como apuntan expertos con larga trayectoria en el sector, son varios los factores que han influido directamente en la caída de las ventas de camisetas, el artículo de ‘merchandising’ futbolístico más popular. Para el final del partido, Perú luce mejor físicamente que el conjunto de Reinaldo Rueda. Con este gol, Perú venció a Colombia por la tercera jornada de la Copa América.
En la tercera salida de la Selección Colombia en el torneo continental, el DT sorprendió con Sebastián Pérez y Miguel Borja desde el arranque. El Mundial de Francia 1998 fue el peor de toda la historia de nuestra selección. O el mensaje dedicado a todas las mujeres que entonó la brasileña Marta Vieira, la pichichi del Mundial (y de todos los mundiales, masculinos incluidos), tras marcar su histórico gol número 17 en un mundial. Para quién: frioleras que buscan prendas que juegan al despiste entre lo femenino y lo masculino; lo clásico y lo moderno. La Tricolor nunca ha ganado, dejando un saldo de un empate y siete derrotas ante las actuales campeonas del Mundo a las que le han anotando únicamente 2 goles y han recibido 30 anotaciones en contra. Para Jake Cohen, no solo este es uno de los mitos más generalizados del mundo deporte, sino también de los más falsos. Esta camiseta reúne muchas de nuestras cosas preferidas y no la dejaremos escapar por nada del mundo. Este detalle también se encontraba en el cuello y las mangas de la propia camiseta. Al igual que sus vecinos valencianistas y como en la mayoría de equipos de fútbol, la falta de opciones en cuanto colores les obligó a vestir con camiseta blanca y pantalón negro.
El Barça previó 25. De media, entre los dos equipos han perdido 50 millones de euros durante los cinco últimos ejercicios. “Ellos son de una raza especial, no ven a sus equipos como empresas. En la complicada ecuación del ‘merchandising’ cabe destacar otro elemento imprescindible: las falsificaciones provenientes de las fábricas chinas, cuya influencia es detestada por las empresas fabricantes, como es fácil imaginar, pero sobre cuya incidencia no se ponen de acuerdo las diversas fuentes consultadas para este reportaje (que hablan a condición de anonimato, por tratarse de información reservada; pese a los repetidos intentos de este periódico por contactar con Adidas, no ha sido posible comunicar con la filial española de la empresa alemana). “A diferencia de lo que pasa en Argentina, donde Boca siempre fue el equipo de la gente humilde y River el de la gente pudiente, hay aficionados de Madrid y Atlético de la más diversa procedencia y condición.
“El fútbol está en un estado calamitoso”, redobla otra fuente del sector bajo condición de no revelar su identidad. Una de las más contundentes reacciones a la reciente muerte de Maradona fue la del periodista Antonio Maestre, quien expresó en su rechazo a la figura del Diego en un artículo por encarnar “valores despreciables”. En la imagen, Camacho marca de cerca a Diego Maradona. La marca bávara es también la más costosa en los dos tipos de coberturas superiores, con un precio medio de 201,67 euros en el seguro a terceros ampliado y 686,23 euros en un todo riesgo. Y, como en toda transacción, hay que sumar el 21% de IVA, lo que termina redondeando el precio de las camisetas de fútbol sobre los 90 euros. Según los cálculos de Fútbol Finanzas, esta operación encarece 20 euros más la compra, situándola sobre los 70 euros. Según la consultora alemana PR MARKETING, LaLiga ocupa el tercer lugar en la clasificación de ingresos en días de partido (eliminados actualmente por la pandemia): más de 25 millones por club (por 30 en Alemania y 38 en la Premier League inglesa).
Según Lorences, “se trata de la demagogia de los Gil, que siempre han jugado a eso. Para el periodista y escritor Severino Lorences, autor de ‘El rojo y el blanco. Para Lorences, “el Atlético tiene muchos orígenes. El Madrid llevaba en su nombre el de la ciudad asediada y bombardeada, mientras que el Atlético Aviación (como se llamaba en sus orígenes el Atleti) era el equipo de los pilotos franquistas, justamente de los que se habían dedicado a bombardear la capital con saña”. Sin embargo, sería injusto decir que el Madrid es franquista. La habilidad del club madridista para cohabitar con el poder, fuera del signo que fuera, lo llevó a ser el más monárquico en tiempos alfonsinos, el más republicano después y el más franquista en la posguerra. Pauli o el Red Star de París, u otros en que una parte significativa de sus aficiones tiene un claro sesgo comunista, como Rayo Vallecano o Livorno, lo cierto es que en el Atlético, como en todas partes, hay de todo.