Con el primer título de campeón de América en sus manos, Independiente accedió a disputar por primera vez la Copa Intercontinental, que definía al mejor equipo del mundo contra el campeón de Europa. Disputó la final ante Nacional de Montevideo, con quien empató sin goles en la ida y salió campeón en casa ante 80.000 espectadores con un gol de Mario en el primer tiempo, con el que consagró a Independiente como primer campeón invicto, primer campeón argentino de América y a sí mismo como goleador del torneo, mejores camisetas de futbol con 6 goles.