Todo ello iría a manos de Newcoval y por tanto dejaría de ser patrimonio del club, a cambio de que Bankia financiara las obras del futuro estadio y construyera una nueva ciudad deportiva, pero no en la partida de Porchinos como estaba firmado, sino en un suelo propiedad del banco en la localidad de Náquera. Francia marcó las tendencias de moda, que fueron imitadas en toda Europa.