Las quejas no fueron solo sociales y de exempleados sino hasta del propio técnico Javi Gracia antes de la disputa de la primera jornada, en la que declaró estar triste, decepcionado, poco esperanzado con la llegada de refuerzos y observando cómo la plantilla se iba debilitando con cada salida. Su padre, Ernesto Rafael Guevara Lynch, llevó una vida económicamente desahogada gracias a las rentas que obtenía de la herencia recibida de sus padres.