La nota negativa llegó en UEFA, en cuartos de final, donde el Arsenal le endosó al Dépor un 5 a 1 con un Kanu espectacular, un partido marcado por la expulsión de Djalminha. Las derrotas por 2 a 1 en el Camp Nou y por 2 a 0 en Vallecas, comenzaron a revivir los fantasmas del 94. El propio Irureta se encargó de tranquilizar a la parroquia blanquiazul, diciendo que con ganar los partidos de casa, el Dépor saldría campeón por primera vez en su casi centenaria historia.