Así, el 12 de junio de 2011, nuevamente en el Estadio Nacional, pero bajo la localía de Universidad Católica, el cuadro azul salió a la cancha con el objetivo de obtener el título: en un partido de alta tensión, con una tripleta de Gustavo Canales (dos tiros penales y un gol) junto con un autogol de Juan Eluchans, Universidad de Chile derrotó por 4-1 al cuadro cruzado (cuyo descuento fue de Pratto), dio vuelta el resultado del partido de ida y se tituló campeón del Torneo de Apertura de 2011, su decimocuarta corona.