Los Rojos se coronaron campeones de Primera en 1989. Ese torneo contó por única vez con una regla muy particular en la que se jugaban un punto adicional los partidos que terminaban empatados, que se definían por penales. Y pudo haber un noveno, Alfonso Sepúlveda, lars 7 quien no pudo jugar por una importante lesión sufrida poco antes de la cita mundialista.