Por otra parte, no se contó con Álvaro Hernández, quien llevaba más de diez años en la plantilla y era el único jugador que quedaba del ascenso a Primera División. Los bienes de este equipo, que habían quedado sin propietario, pasaron al Independiente, entre ellas los zapatos, shorts y camisetas blancas, donde se cosió el primer esudo de Independiente; un emblema semejante al escudo del club Saint Andrew’s Scots School, que a su vez era una copia exacta de la bandera de Escocia.