Aquel año, el Real Valladolid se quedó a las puertas del ascenso, y para la siguiente temporada se contrató a Perico Torres, que falleció de manera repentina y provocó una fuerte inestabilidad en el banquillo pucelano que acentuó la crisis de la institución. No hubo más remedio que tirar de la cantera y reconvertir el Europa Delicias en el Real Valladolid Promesas, del que despuntaban talentos como Julio Cardeñosa, que pronto pasó al primer equipo.