La camiseta de un equipo como el Real Madrid supera los 150 euros y la equipación completa alcanza los 250. ¿Tendrá límite la pasión -y el bolsillo- camisetas futbol baratas de los seguidores? “Aunque son prendas superiores en cuanto a calidad del tejido y ejecución, las marcas juegan con el fanatismo de los seguidores. Un grupo de aficionados del Atlético de Madrid. Normalmente retienen un porcentaje mayor si son vendidas en las tiendas oficiales pero, especialmente para equipos como Real Madrid o Barcelona, el porcentaje que representa en el total es casi insignificante”. Cuándo se convirtieron las camisetas de fútbol en artículos de lujo? Cada año, una vez que la competición futbolística llega a su final, las cámaras de los informativos deportivos centran su atención en las tiendas oficiales de los clubs para conocer los flamantes diseños de las camisetas con las que sus estrellas intentarán campeonar por los estadios del país. Después de esa camada de la década del 90, cientos de colombianos han conseguido un espacio en Europa, pero la huella que dejaron futbolistas como Andrés Escobar y Bernardo Redín es imborrable en el crecimiento y reconocimiento de nuestro fútbol en el mundo. 2005: Con Santiago Escobar como DT, la escuadra verdolaga saldó una cuenta pendiente.
Las 38 jugadoras y dos entrenadoras en activo en el Mundial que han salido abiertamente del armario como lesbianas o bisexuales, según datos de Out Sport (portal especializado en visibilizar la diversidad sexual en el deporte), rinden cuenta de ello. “Ninguno cuenta con la red internacional o los recursos necesarios para vender millones de equipaciones. Una vestimenta más paritaria de cara al verano, según Hopper, podría conseguir que no gastásemos tantos recursos. La prenda blanca, de rayas azules y rojas en las mangas y tres estrellas sobre el escudo que acreditan las tres copas mundiales con las que el equipo ya se ha hecho (la última en 2015), se ha convertido en «la camiseta de una equipación de fútbol, masculina o femenina, más vendida en una sola temporada a través de la página web de Nike», según escribía en Twitter Heidi Burgett, directora de comunicaciones globales de la marca. Parece que fue el momento que el país decidió aceptar el fútbol, el fútbol femenino, una atleta abiertamente gay anotando dos goles y festejando con locura”, escribía Bird. La culpa de todo, según su teoría, la tiene el aire acondicionado y cualquier lectora que haya trabajado en algún momento de su vida en una oficina lo entenderá.
Dicen los expertos que un buen armario es aquel que invierte en básicos duraderos y los combina con prendas de tendencia de vida más corta. Si bien la prenda ya se integró el año pasado en los estilismo veraniegos con soltura -con la camiseta de la selección nigeriana como gran favorita-, la adopción de esta por exitosos centennials como Billie Eillish haciéndola presente en unos armarios en los que las etiquetas de género sobran a menudo y de la tendencia del streetwear representando al nuevo lujo, suman. Consumo de energía y control de basuras en los estadios, emisiones de dióxido de carbono por los desplazamientos aéreos de cada equipo y el buen uso del agua. El epidemiólogo Enrique Pérez, asesor para la prevención y el control de enfermedades de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), dijo que la enfermedad se transmite a través de grandes gotas exhaladas. Así mismo, las autoridades distritales de salud mencionaron haber tomado todas las medidas respectivas para evitar la propagación.
Las trabajadoras, si querían, podían ponerse pantalón para realizar su trabajo. Hicimos un buen trabajo. «Sinceramente, yo creo que este rechazo al pantalón corto en la oficina viene dado por ese clasismo que tenemos en España y que parece que nunca nos vamos a quitar de encima«, explica Marcos, jefe de vídeo de 34 años, «que se basa en esa diferencia entre lo que en Estados Unidos se ha denominado ‘white collar worker’ y ‘blue collar worker’: por un lado está el señor de traje que es respetable a ojos de la sociedad aunque luego sus actividades sean poco éticas o completamente deleznables y , por otro, está el currito que trabaja con una estética que se entiende como más descuidada y su trabajo se considera como «menor» o menos importante. «Tengo tanto miedo a que me vean en pantalón corto como a ver las pantorrillas de mis compañeros de trabajo.
El expediente disciplinario se cerró con la sanción que tanto el trabajador como los sindicatos consideraron demasiado dura, sobre todo tratándose de un empleado con un currículum excepcional. Jugó el título con el América de Ochoa, en un choque en el que el cuadro caleño decidió retirarse de la cancha por la sanción de penalti a favor de Nacional. Con el talento de Hugo Morales, Camilo Zúñiga, Víctor Aristizábal y Cristian Marrugo, llegó a las semifinales y se ganó el derecho a disputar el título frente a Santa Fe. Los jerséis de cuello alto, una de las prendas fetiche de Khaite. El equipo ‘verdolaga’ ha puesto un punto muy alto, y es por eso que en AS Colombia, hicimos un repaso por los logros que ha conseguido y por qué se le llama el ‘Rey de Copas’.
La obsesión de la industria de la moda es una evidencia, con firmas como Koché, Vetements, Marine Serre o Gosha Rubchinskiy lanzando colecciones inspiradas en el deporte rey y futbolistas como el español Héctor Bellerín convertidos en iconos de estilo y habituales de las semanas de la moda. A tenor de la curva creciente de los últimos años, todo indica que el deporte rey será cada vez más exclusivo, sustentado en la pasión de sus hinchas. 1998: Se adjudicó por primera vez la Copa Merconorte. En el último partido el conjunto de Scaloni necesitó 40 minutos para abrir el marcador, el mayor tiempo que ha tardado en lo que va de Copa América para festejar.
Estadísticas del primer tiempo disputado entre Colombia y Perú. Detectada por primera vez en el ser humano en 1970, la viruela del mono es una infección viral, como la viruela, pero menos grave. Basta con recorrer las tiendas oficiales de los principales equipos del fútbol europeo para corroborar el cada vez más prohibitivo coste de los productos de su catálogo, que se ha incrementado alrededor del 20% en la última década. Y así, hijo mío, es como funciona el negocio del fútbol. Un convencimiento que también han defendido y visibilizado otras jugadoras durante este mes de fútbol y Orgullo. Las fotos de las jugadoras brasileñas, como Cristiane, con mensajes de amor a sus parejas en Instagram. De ahí que las hagan tan bien. La primera en 2016, en la que participaron Carli Lloyd, Alex Morgan, Becky Sauerbrunn, Megan Rapinoe, y Hope Solo, y la segunda este pasado 8 de marzo, ya con el equipo al completo reclamando además igualdad en las condiciones en las que viajan para los partidos y en las que los juegan (un 19% más de veces que ellos lo hacen sobre césped artificial, que aumenta el riesgo por lesión). Miguel Ángel Borja desde el punto penal pone la igualdad en el compromiso.
Miguel Ángel Borja fue el destacado de esa noche en Barranquilla al conseguir el empate en los minutos finales. Ingresan Cardona, Borja y Barrios por Cuellar, Díaz y Duván Zapata. 20′ Wilmar Barrios (Colombia) ha recibido una falta en campo contrario. David Ospina, Daniel Muñoz, Davinson Sánchez, Óscar Murillo, William Tesillo, Wilmar Barrios, Matheus Uribe, Juan Guillermo Cuadrado, Juan Fernando Quintero, Luis Díaz y Roger Martínez. Por ahora vemos que Colombia tiene tres hombres de armado, con Juan Fernando Quintero por la banda derecha, Cuadrado por la mitad y por el costado izquierdo Luis Díaz. El éxito de ventas de la camiseta de la selección femenina estadounidense confirma tres fenómenos de una tacada: que el interés público por el fútbol femenino ha despertado de manera definitiva y sin previsible marcha atrás con el Mundial de Francia este 2019, que el equipo de Carli Lloyd, Alex Morgan y Megan Rapinoe se ha convertido en su mayor exponente -y ellas, sobre todo Rapinoe, en la nueva obsesión mediática- y que las camisetas de fútbol se consagran como objeto de deseo del streetwear. Theory, firma que desfila en la Semana de la Moda de Nueva York, ha ido ganando protagonismo por ofrecer ropa perfecta para ir a la oficina sin resultar demasiado aburrida o formal.