Ese mismo año comenzó una etapa convulsa para el club a nivel institucional, con acusaciones que se vierten por especulaciones y corrupción. Los números de torniquete eran todavía bajos, y el Club incensado publicó una declaración afirmando «el público de Newcastle no merecen ser atendidos en lo que respecta al fútbol profesional». Un grupo de los principales empresarios de la isla, aglutinados por llamamiento del político Paulino Rivero, fundaron la promotora Tenerife Inversiones y Proyectos Deportivos S. A., la cual se acordó en la junta de su creación donar el 50 % de sus beneficios al club.